Home » Textos Maior » Signo visible de la Presencia Invisible
  • Signo visible de la Presencia Invisible

    «En las relaciones del hombre con Dios, la iniciativa pertenece necesariamente a Dios: el impulso del hombre hacia Él es ya un efecto de la influencia divina. Nadie puede venir a mí, dice Jesús, si el Padre, que me ha enviado, no se lo concede (Jn 6,44). Y san Pablo explica: Pues Dios es el que obra en vosotros el querer y el actuar según su beneplácito (Flp 2,13).

    Iniciativa divina es la Alianza con Abraham, cuyo prosternarse debía servir de modelo a todos los creyentes. Iniciativa divina son todos y cada uno de los gestos de  Jesucristo destinados a repetirse en la liturgia de la Iglesia hasta el fin del mundo.

    Cada vez que, movido por la gracia, el hombre se pone a disposición de su Señor, Dios le da un mandato, y este mandato es siempre una acción. No una fórmula verbal, sino un desplazamiento del cuerpo en el espacio.

    Quítate las sandalias de tus pies, dice Dios a Moisés (Ex 3,5). Más tarde, Jesús exigirá igualmente una acción: Sígueme (Mt 9,9).

    El recuerdo imborrable de sus encuentros con Dios, empuja al hombre a reproducir el gesto que le ha sido dictado o inspirado en aquel memorable momento.

    Por tanto, lo repite con la esperanza de volver a encontrar la intimidad de aquel momento; se lo da a conocer a otros; y así es cómo los gestos de adoración, de reverencia, de ofrenda o de sumisión, que, desde Abraham, han ido brotando del corazón de un elegido y han sido transmitidos de generación en generación, han llegado hasta nosotros convirtiéndose en gestos litúrgicos.

    Mirad la liturgia en su realización concreta, como homenaje a Dios es correcta además de restrictiva. En este caso, “gesto litúrgico” quiere decir “gesto de homenaje”; y “liturgia del gesto”, “homenaje del gesto”.

    Pero si, como san Benito, consideramos la liturgia fijándonos en su origen, como “obra de Dios”, como una irrupción divina en la vida humana, y el gesto litúrgico como el impulso del hombre bajo la empresa de Dios, “liturgia del gesto” quiere entonces decir: signo visible de la Presencia Invisible».

    Helen Lubienska de Lenval, La liturgia del gesto, San Sebastián 1957, p.5-6

Uso de cookies

El sitio web www.maior.es utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su experiencia de usuario. No se utilizan las cookies para recoger información de carácter personal. Encontrará más información en nuestra Política de cookies, pinche el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies