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Se trata de «educar el corazón»
En un clásico de las películas de educación, en un momento dado al desmotivado profesor Thackeray le dicen que «ingeniero lo es cualquiera, pero para ser profesor hay que valer» y esto lo tenía muy claro el P. Francisco Armentia que dedicó la mayor parte de su vida a la labor educativa.
Nos cuenta su experiencia en este entrañable libro, «Testamento de un educador. Una exposición de lo que dignifica y degrada al hombre«, publicado en 1988 y hoy en día, tristemente, descatalogado. En él, narra de forma autobiográfica su labor como profesor y nos desvela cuál es la esencia de la educación.
La misión del maestro es orientar, iluminar, suscitar desde fuera un proceso que debe ser interior, ayudar a hacer explícito lo que aún es implícito: toda la riqueza que contiene la persona. Nos dice el autor que el corazón necesita de objetos que exciten su amor; si no se le ofrecen o los busca en el terreno de la virtud, irá a tomarlos en el del vicio. Por ello, se trata de educar el corazón. Sin embargo, el corazón se alimenta de la mente; con una cabeza vacía, el corazón no puede ir ni alto ni derecho, por lo que es necesario no sólo el desarrollo espiritual y psíquico de la persona, sino tambibén darle fundamento, contenido, sentido y respuestas a las preguntas que se plantea de la realidad que le rodea, suscitando en él el deseo de aprender.
Aquí reside la grandeza de la labor de los padres, educadores y formadores.
«¿En qué hogar o en qué centro docente se enseñan hoy al niño y al joven estas dos cosas: a amar de verdad, o sea, el recto cultivo de la afectividad, y a vivir con arte y con «aire» su propia vida?» (Armentia, 1988, p 23).
Es un libro que os recomendamos a todos y que, si tenéis la suerte de haceros con algún ejemplar, seguro no os dejará indiferentes.
- Título: Testamento de un educador. Una exposición de lo que dignifica y degrada al hombre.
- Autor: Francisco Armentia Mitarte
- Editorial: RIALP, Madrid. (Descatalogado)
- Año publicación: 1988
- Nº páginas: 273
