Cuando el actor recibe el papel comienza para él el trabajo de conocerlo y disponerse a representarlo. El personaje ideado por el autor, con las emociones, intenciones y deseos que atraviesa en cada situación, ha de hacerse transparente al público a través de
«… La aspiración a la alegría está grabada en lo más íntimo del ser humano. Más allá de las satisfacciones inmediatas y pasajeras, nuestro corazón busca
“… Desde pequeñísimo el niño conoce la ascesis. La madre y el padre, y todos los adultos que lo rodean se han fijado objetivos a su costa: debe aprender a caminar, a comer y a beber, a hablar; y nadie se da por satisfecho, poco a poco debe aprender palabras con más sílabas y a pronunciarlas de modo correcto, debe caminar trayectos
«… La educación de los hijos es una tarea de adultos dispuestos a entregarse olvidándose de sí mismos. El bien de vuestros hijos lo elegirán ellos: no proyectéis en ellos vuestros deseos. Basta que aprendan a amar el bien, a guardarse del mal y que les horrorice la mentira. No pretendáis planificar su futuro: sed vosotros serios, para que ellos
El autor teatral escribe una obra a la espera de alguien dispuesto a representarla. Entonces él se retirará, habiendo entregado al actor, ya para siempre, sus palabras. Así el texto escrito se convierte en un evento actual, el drama en potencia deviene un drama verdadero. Sin duda su “verdad” no se deberá a su realidad, porque lo que se representa en la escena es algo ficticio, sino […]
Aunque es difícil distinguir el enamoramiento del amor, porque se presentan entretejidos uno con el otro, se debe en todo caso saber que, si hay amor auténtico y consistente, uno está dispuesto al sacrificio y a la renuncia. Por eso durante el noviazgo es indispensable el no estar juntos siempre, el poder renunciar a la presencia […]
Hay un segundo testimonio de la verdadera sacralidad inscrito en el cuerpo del hombre, al que nunca se le prestará suficiente atención: es el pudor (o en su forma negativa; la vergüenza): este sentimiento, que falta completamente en el animal, no solamente es que no presenta interés social alguno, sino que más bien es un estorbo que sorprende
En el anterior número de nuestro boletín hablábamos del autor. En particular, de su primado frente a los otros elementos del teatro: actor, director, público. Seguiría hablar del primado que corresponde al actor frente al director; pero antes queremos conocer mejor la
Soy un hombre ridículo. Ahora me llaman loco. Esto representaría un ascenso de categoría, si no continuara siendo tan ridículo como antes para la gente. Sin embargo, ahora ya no me enfado, todo el mundo me parece simpático y diría que más aún cuando se ríen de mí. Yo mismo me reiría con los demás, no por querer reírme de mí, sino por amor a
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