Home » Textos Maior » La voz del corazón
  • La voz del corazón

    «Imponiendo una excesiva rigidez a la mente, Hilaria había suprimido en su interior la voz del corazón. […]

    Actualmente el corazón hace pensar en seguida en algo ingenuo, adocenado. En mi juventud todavía se podía nombrar con desenvoltura; ahora en cambio es un vocablo que ya nadie utiliza. Las pocas veces que se lo nombra es tan sólo para aludir a su mal funcionamiento: no es el corazón por entero, sino solamente una isquemia coronaria, una leve patología auricular. Pero nadie alude a él, al hecho de que es el centro del alma humana. A menudo me he preguntado cuál podía ser la razón de este ostracismo. “Quien confía en su corazón es un mentecato”, decía a menudo Augusto citando la Biblia. ¿Por qué habría de ser un mentecato? ¿Tal vez porque el corazón se parece a una cámara de combustión? ¿Por qué allí dentro hay tinieblas, tinieblas y fuego? Tan moderna es la mente, como antiguo el corazón. Se piensa entonces que quien hace caso al corazón se aproxima al mundo animal, a la falta de control, mientras que quien hace caso a la razón se acerca a las reflexiones más elevadas. ¿Y si no fuesen así las cosas, si fuese verdad exactamente lo contrario? ¿Y si ese exceso de razón fuese lo que deja desnutrida a la vida?

    […] Pensé que el hombre se parece cada vez más a una radio que solamente es capaz de sintonizar una franja de frecuencia. Ocurre en parte como con las radios portátiles que encuentras como obsequio en los detergentes: aunque en el dial están indicadas todas las frecuencias, en realidad al mover el sintonizador sólo logras captar una o dos a lo sumo; todas las demás siguen siendo zumbidos en el aire. Me parece que el uso excesivo de la mente produce más o menos el mismo efecto; de toda la realidad que nos rodea sólo logramos captar una parte restringida. Y en esa parte frecuentemente impera la confusión porque está toda repleta de palabras, y las palabras, la mayor parte de las veces, en lugar de conducirnos a un sitio más amplio nos hacen dar vueltas como un tiovivo».

    Susana Tamaro, Donde el corazón te lleve, Seix Barral 2002, p.82-83

Uso de cookies

El sitio web www.maior.es utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su experiencia de usuario. No se utilizan las cookies para recoger información de carácter personal. Encontrará más información en nuestra Política de cookies, pinche el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies